Mi nombre es Lorena López, recién graduada en Magisterio de Educación Infantil. Hace ya tres meses que llegué a mi nuevo hogar, Barranquilla (Colombia). Mi labor se centra en apoyar a la Universidad del Norte en uno de sus proyectos de voluntariado, The Scribble Project. Este proyecto es una iniciativa innovadora de enseñanza de idiomas a través de la educación no tradicional y el intercambio multicultural para fomentar el aprendizaje de diversas culturas en niños y jóvenes de comunidades vulnerables.
El proyecto se desarrolla en dos comunidades diferentes: Salgar, lugar donde comenzó el proyecto hace ya dos años, y Villas de San Pablo, donde recientemente se ha realizado la reapertura del proyecto. Por otro lado, pero siguiendo la misma filosofía presente en The Scribble Project, acudo martes y jueves a Villas de San Pablo de forma individual con el fin de poder desarrollar este proyecto con los mismos o con otros niños de la comunidad, de una forma más individualizada y en grupos más pequeños.
Mi presencia y apoyo en este proyecto estudiantil se centra en coordinar tanto al equipo de voluntarios como las actividades y clases que se desarrollan. Con mi presencia busco además ayudar a establecer una metodología de trabajo y herramientas de aprendizaje que puedan servir no solo para este año sino también para años posteriores.
En cuanto a mi estancia en Barranquilla, tan solo puedo decir que este país me ha recibido con los brazos abiertos desde el primer día que llegué, tanto por la familia que me acogió durante mis primeros días, la universidad, mis compañeros de trabajo, mis compañeros de proyecto, y por supuesto, los niños y niñas con los que trabajamos. Son muchas las diferencias que a primera vista pueden existir, ni que decir de la humedad y el calor característico de este lugar. Supongo que todo ello forma parte de la experiencia, de superar esos pequeños hándicaps que jamás nos habíamos planteado, pero que nos permiten crecer y aprender un poco más cada día.
He de reconocer que a día de hoy ya algunos se plantean concederme la nacionalidad colombiana, pues por lo visto mi acento y mi léxico costeño, evolucionan favorablemente. A pesar de que obviamente se reconoce que soy española, nunca falta el “pero… no se te nota el acento tan marcado”. Algo con lo que, al parecer, también coindice mi familia y amigos desde España. Después de todo, parece que me estoy acostumbrando y adaptando bastante bien a la vida Costeña.
Lorena López López