Me presento. Soy Daniel López, natural de Albacete y viajero apasionado. Estudié el grado en Periodismo y el máster en Documental y Reportaje Periodístico Transmedia, ambos de la Universidad Carlos III de Madrid. Tan pronto finalicé mis estudios, apliqué al Programa de Voluntariado Internacional de las Universidades Públicas de la Comunidad de Madrid. Y por estas fechas se cumplen dos meses de mi aterrizaje en Barranquilla.
La región Caribe tiene un magnetismo inusual. Lo primero que se te pega es el calor -húmedo, caliente y fiel compañero- y lo siguiente en acariciar tu llegada son las personas. La conocida calidez de las gentes de Latinoamérica se multiplica en las costas, donde el trato humano es realmente acogedor. Por eso, cuando entré por primera vez a la Universidad Autónoma del Caribe, sentí
que mi trabajo en Barranquilla iba a estar marcado por el constante encuentro con las otras, por la fusión entre las dimensiones académica, laboral, humana, cultural y emocional. La bienvenida por parte de Rocío Cañón, coordinadora del programa Prensa Escuela, y del resto de monitoras y monitores -estudiantes de Comunicación Social de la propia universidad- fue el principio de una experiencia transformadora.
Mi trabajo tiene una vertiente principal como docente y otra secundaria como investigador. He dado clases de fotografía, televisión, guion cinematográfico, radio, periodismo web y expresión oral en más de 10 institutos de Barranquilla. Al comienzo del semestre, los centros educativos se inscriben en el programa Prensa Escuela y solicitan uno de estos módulos para fortalecer las habilidades comunicativas de sus alumnas y alumnos. Desde la coordinación del programa, establecemos el calendario lectivo, que consta de un mínimo de tres visitas a los centros y tres clases prácticas en la Universidad Autónoma del Caribe.
Las chicas y chicos tienen entre 9 y 17 años, y provienen -en su mayor parte- de barrios pobres del área metropolitana de Barranquilla, una urbe de 1,2 millones de habitantes. Sus ganas de aprender rebasan cualquier expectativa: sin excepción, en todos los institutos a los que vamos, nos inundan a preguntas y se preocupan por nuestra experiencia en sus barrios y con sus gentes.
A nivel personal, siento que he descubierto mi pasión por la docencia, por el proceso de enseñanza y aprendizaje. Tenía ciertas sospechas antes de llegar a Colombia, pero las he terminado de resolver. Y esto me ha reportado mucha confianza y seguridad sobre mí mismo y sobre mi futuro profesional como periodista, docente e investigador.
Hace tan solo unos días, en Prensa Escuela hemos celebrado la ceremonia de graduación, donde más de 100 chicas y chicos han recibido su diploma con tremenda alegría y cariño, hacia sus padres y hacia todas las monitoras y monitores que les hemos acompañado en este tiempo. Les ha hecho especial ilusión el vídeo que hemos grabado y montado mi compañera Silvia y yo, como recuerdo y muestra del trabajo realizado durante estos meses.
A un mes de finalizar mi estancia en Barranquilla, comienzo a ver en perspectiva la cantidad de personas, lugares, situaciones y sentimientos encontrados, y en cómo se han expandido mis horizontes gracias a esta experiencia de voluntariado.