Voluntariado en el Chaco boliviano, “un lugar que te atrapa”
Mi nombre es María Rodríguez y llevo desde febrero desarrollando mi voluntariado en el área de herramientas y marketing digital en la localidad de Villamontes (departamento de Tarija).
Tengo que confesar que venir hasta aquí fue un acto que no pensé demasiado, solo sentí que era una oportunidad que tenía que aprovechar y fue al aterrizar en Santa Cruz de la Sierra cuando fui consciente de dónde me encontraba. Han sido semanas de cambio, de adaptación, de sentirse arropada por tu equipo de trabajo y algo desubicada por momentos. Han sido semanas de absorber, de disfrutar de cada plato, de cada conversación sobre el país y de responder muchas preguntas que me pasaban por la cabeza.
A un voluntariado vas con la ilusoria idea de cambiar las cosas y al poco tiempo te das cuenta de que la que más lo harás serás tú misma. No estás aquí para que las cosas cambien, estas para aportar en lo posible, para apoyar en los sueños de los estudiantes con los que imparto las capacitaciones y para enseñar todo aquello que les sea útil; pero a pesar de todo, mucho más me están enseñando a mí, el país y la gente.
Como bien pone en el título mis compañeros describen al Chaco así, como un lugar que te atrapa, al que vienes para poco tiempo y sin saber cómo han pasado varios años. El Chaco tiene el encanto natural, el contacto y conocimiento con los pueblos indígenas de la región, el calor extremo, los taxis pitando a cada calle, el caos del Mercado Central, la celebración de la festividad de comadres y compadres, los domingos de chancho a la cruz y la riquísima sopa de maní.
En la fotografía estamos con mi compañera Marlene celebrando comadres, una festividad tarijeña que simboliza la amistad, con la cesta que nos regalaron los chicos del equipo llena de productos de la zona (pan dulce, durazno, ají, locoto…).
En cuanto a los talleres en unidades educativas no pueden ser más divertidos y distintos a lo que te preparas en oficina. Tienes que lidiar con aspectos tan reales como la adolescencia o los problemas de cobertura, y como le decía a la profesora a pesar de los fallos: “a problemas soluciones”. Así que con todo toca hacer que se interesen por aquello que vienes a contarles, tienes que demostrar que las herramientas digitales y las redes sociales sirven más que para chatear y subir fotos. Tienes que jugar con ellos para que vean el paso a paso de estrategias de marketing digital para ayudar en el negocio de sus padres o crear el suyo propio en un futuro.
Tienes que ponerle buena cara a la frustración y los obstáculos, porque estarán la mayor parte de los días, pero se compensa cuando los alumnos ponen cara de sorpresa e ilusión y quieren que les cuentes más. Al final pretendo aportar tan solo un poquito de lo que Villamontes lo está haciendo conmigo