Después de estos meses puedo decir que estoy feliz y que me siento como en casa. Colombia y su gente me han acogido desde el primer momento en el que pisé esta tierra y hoy puedo decir que se ha convertido en mi hogar.
Gracias a la organización Ayuda en Acción estoy teniendo la oportunidad de conocer los proyectos que se llevan a cabo tanto en Cali como en la zona del Caribe Colombiano.
En Cali, ciudad donde inicié mi voluntariado, he colaborado en el proyecto del Ayuntamiento de Madrid en la Comuna 1. En este proyecto he asistido al proceso formativo de habilidades blandas con el enfoque de género y a los encuentros
comunitarios como el Festival al Viento. Las capacitaciones brindadas son vitales, ya que los beneficiarios aprenden sobre el autoconocimiento y el autocuidado, los derechos fundamentales que tenemos los seres humanos, las formas de detectar violencias basadas en género y la ruta a seguir, entre otros.
Por otro lado, he contribuido en el apoyo a emprendedores a través de talleres de formación socio-empresariales, cuyo objetivo es que los participantes puedan aprender a impulsar y mejorar su emprendimiento y puedan optar a la posibilidad de recibir un capital semilla al finalizar el curso, pudiendo así dedicarse exclusivamente a su negocio.
Además, en Ginebra, a una hora de Cali aproximadamente, he podido impartir talleres con el apoyo de Jamilizeth Ayala Piscal, profesional de Ayuda en Acción, o Demis Mauricio Betancur, profesional de la organización aliada Enseña por Colombia, en diversas instituciones educativas a jóvenes de entre séptimo y once curso. Estos talleres, relativos a cultura de paz y gestión de conflictos, han resultado muy gratificantes para los beneficiarios debido a la cercanía con los mismos y la dinamicidad con la que se han llevado a cabo, motivándoles así a participar, escuchar y aprender.
Por último, mi ruta por el Caribe Colombiano comenzó en Sincelejo con la feria “ExpoSucre”, donde Ayuda en Acción apoyó a la visibilización de la Corporación Festival Nacional de Ajonjolí y otros emprendimientos. Posteriormente, he podido visitar la nueva oficina de Carmen de Bolívar, donde estuvimos apoyando en la formulación de proyectos. Y, finalmente, he visitado Maria la Baja y La Mojana para la creación e impartición de talleres a los jóvenes miembros del proyecto Vínculo Solidario. Además, tuvimos la oportunidad de presenciar una rendición de cuentas con la gobernación y algunos aliados, en la cuál redactamos el acta e interactuamos con los estudiantes para escuchar sus propuestas de mejora.
Estos meses están siendo totalmente enriquecedores y considero que estoy aportando lo mejor de mi para que esta misma sensación la tengan todas las personas con las trabajo diariamente. Todavía queda parte del camino y me encuentro muy emocionada de descubrir que deparará…