Diseño e implementación de ecotecnologías solares y capacitación en su uso de población indígena en Michoacán, México
Si tuviera que definir con una palabra esta experiencia, diría que ha sido mágica.
La llegada fue un poco caótica: la universidad cerrada por vacaciones, el temor a un choque cultural negativo, el desconcierto de llegar a un país completamente desconocido para mí… pero todos los miedos que pudiera tener se desvanecieron en pocos días gracias a la calidez de las personas y a la profunda belleza del lugar. Aproveché el inicio del viaje para visitar y conocer, tanto la Ciudad de México como varios lugares cercanos a Morelia (donde resido actualmente), y en ese momento me di cuenta de lo especial que es México, y específicamente Michoacán.
Mi proyecto consiste en el diseño e implementación de una cocina solar en una comunidad indígena en Michoacán; tras un prototipo fallido y unas encuestas de implementación realizadas en Tiríndaro que no dieron los resultados esperados, puedo decir que la clave del proceso ha sido la capacidad de adaptación a los cambios. Tanto en la etapa de diseño como en la construcción de la estufa he adquirido muchísimos conocimientos técnicos, y durante la implementación he podido experimentar el lado más humano de la cooperación internacional, a lo que espero dedicarme en un futuro. Finalmente, gracias a mi asesor y a las demás personas que me han ayudado en la realización del proyecto hemos llegado al diseño de una cocina de muy bajo costo que combina distintos avances para mejorar la calidad de vida de la comunidad donde se implantará próximamente.
Durante mi estancia he tenido la oportunidad de trabajar en la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán (UIIM), un lugar con una riqueza cultural impresionante donde tanto estudiantes como profesorxs han compartido conmigo distintos aspectos de la cultura Purépecha, desde técnicas de tejido de chuspata a remedios de medicina tradicional. Es un lugar completamente distinto a lo que ya conocía, con una mezcla de tradición, ecotecnología y artesanía en cada esquina. Varixs compañerxs me han invitado a visitar las comunidades donde viven, abriéndome las puertas de sus hogares y permitiéndome conocer en profundidad lo que al principio de mi viaje había conocido de forma superficial como turista. Gracias a estas experiencias he podido apreciar por completo la labor de la UIIM, que no solo forma a lxs estudiantes en distintas carreras sino que también tiene un importante papel en la lucha contra la discriminación hacia lo indígena.
De forma global, considero que ha sido una experiencia única que siempre me acompañará y que recomiendo de todo corazón. Mi consejo para lxs afortunadxs que vayan a disfrutar de oportunidades parecidas es que dejen los prejuicios en casa y se preparen para abrazar toda la magia que este país y su gente tienen para ofrecer, que se empapen de la riqueza cultural y de las diferentes cosmovisiones que se crucen en su camino, y que preparen el estómago, porque lo que “no pica” sí pica y lo que “pica un poco” te hace dudar de la cordura de los amantes del chile.