TIC Mozambique
“El proyecto tiene como objetivo general participar en la mejora de la gobernanza participativa y democrática para conseguir resultados de desarrollo humano y reducción de la pobreza, promoviendo la rendición de cuentas con acceso responsable a información de calidad del gobierno distrital y municipal así como de la sociedad civil y la transparencia en la gestión de bienes públicos y comunitarios y la divulgación de la información en la municipalidad de Manhiça.”
Esta es la definición técnica del proyecto al que me presenté. Si bien, el objetivo principal es llevarlo a cabo, lo cual no significa que estemos centrados únicamente en eso. Para hacernos una idea, desde el minuto 0 mis compañer@s me apodaron “menina SOS”, vamos ¡que estoy para resolver rotos como descosidos!
Mi nombre es Sara, y llegué a la Vila de Manhiça (Mozambique) como voluntaria con la ONG ONGAWA Ingeniería para el Desarrollo Humano a principios de julio de este año 2017. Las primeras semanas resultaron de lo más intensas, de repente independizada y sola, en una villa muy pequeñita, sin conocer a nadie y apenas hablando el idioma. Pero no hay mal que por bien no venga! Fue ponerse manos a la obra y poco a poco fui integrándome en la sociedad, en el trabajo, con los vecinos, también conocí a un montón de españoles que trabajan y viven por aquí… En la distancia mi familia y amig@s me apoyaron como siempre y al final cogí un buen ritmo hasta el momento.
Mi estancia en principio era para dar apoyo al proyecto actual sobre participación ciudadana y gobernabilidad a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como lo son las radios comunitarias, aplicaciones de envío masivo de SMS a la población para la realización de encuestas entre otras, mantenimiento del Blogsite informativo… Pero a las dos semanas nos dieron la gran noticia de que ONGAWA Mozambique había pasado la primera fase de una convocatoria de la Unión Europea para conseguir financiación para otro nuevo proyecto.
Así pues, nos embarcamos a desarrollar la Nota Concepto para la formulación del proyecto la cual fue presentada en octubre. Aún seguimos esperando… Pero tenemos buenas vibraciones de que irá bien. Si se consigue, ONGAWA tendrá la oportunidad de trabajar aquí otros tres años más!
El proyecto está relacionado también con la gobernabilidad pero principalmente a través de las radios comunitarias. Por mi parte, estuve documentándome al máximo sobre técnicas que han utilizado otras entidades en proyectos similares para poder aplicarlos al nuestro, de forma que podamos aplicar los puntos más fuertes de cada uno de ellos. También tuvimos diferentes reuniones con las radios co-requerentes, para conocer sus prioridades de cara al material que precisan para obtener un buen rendimiento, los programas que realizan actualmente, el alcance territorial… Estudiamos posibles programas atractivos para aumentar la participación y la formación ciudadana.
Extraoficialmente, durante mi estancia hemos tenido cantidad de actividades con los otros proyectos que tienen aquí.
En las primeras semanas, trasladamos “cadeiras do rei” recién construidas a las casas de las familias más desfavorecidas de las zonas rurales del distrito de Manhiça. Durante la entrega, mi compañera Zinaida, con la que tanto estoy aprendiendo, me enseñó a fabricar el sistema Tip-Tap (imágenes 1 y 2) de lavado de manos, pues en algunas de las casas no poseían ningún método similar.
Dentro del proyecto de saneamiento, se encuentra la realización de letrinas en las escuelas de Manhiça. Después de la construcción de éstas, contrataron a unos pintores para diseñar y hacer ilustraciones en las paredes de las letrinas (imágenes 3 y 4) sobre higiene y salud. Algunas tardes ayudamos a colorear estos dibujos con los niños de las escuelas.
Una vez finalizados los dibujos, se realizó la inauguración de las letrinas (imagen 5) en la escuela de Mulembja, con las entidades oficiales del Municipio de Manhiça. Fue tan emocionante ver a los cientos de padres, madres y niños todos juntos cantando y bailando de alegría por tener un lugar habilitado de forma segura y limpia…
Durante una semana, estuvimos acompañados por Andrea, una de las socias de ONGAWA que vino como voluntaria para realizar un reportaje sobre los proyectos actuales. Organizamos unas veinte entrevistas diferentes dentro del Distrito de Manhiça, en las cuales tuvimos la oportunidad de aprender la forma de vida de las personas más desfavorecidas que fueron elegidas para ser beneficiadas con fuentes de agua y letrinas mejoradas.
Podría seguir infinitamente con todas las actividades que hemos tenido, pero básicamente se puede reducir mi acción a dar apoyo en cualquier momento que se necesite para cualquier trabajo. He de agradecer al equipo de ONGAWA Moçambique la gran acogida que me dieron. Eu cheguei falando um bocadinho so de português… Pero con el día a día, he aprendido este idioma tan bonito gracias a mis compañeros de trabajo: Zinaida, Atalia, Vasco, Albertina, Thierry y Pilar (imagen 13). No solo han sido profesores del idioma, mis compañeras me han enseñado unos valores humanos que desgraciadamente los «países desarrollados» estamos perdiendo. Cada día con cada persona intercambias un saludo «Bom día! Como está? Tudo bom?«, con esas palabras y una buena sonrisa consigues todos los días mantener nuevas y buenas relaciones con la gente local. Gracias a mi compi Pilar, voluntaria que llegó en septiembre al proyecto de agua y saneamiento. Ha sido (válgame la redundancia) uno de mis grandes pilares durante los últimos meses de estancia aquí. Mi otro gran pilar fueron mi chico Martín y mi familia, de verdad que cada día cuenta y más en la distancia!
Más allá del trabajo también he podido disfrutar de esta tierra. El orfanato de Manhiça con sus niñas (imagen 12) tan agradecidas siempre de que vayas a visitarlas, las mujeres del mercado (imagen 9) que siempre intentan enseñarte «changana«, el dialecto que se habla en la provincia de Maputo, he conocido la cultura, los bailes, las comidas, las tradiciones, tuve la oportunidad de asistir a una boda tradicional mozambiqueña, he vivido auténticos días de «machamba» (que son las tierras de cultivo de alimentación de subsistencia de la mayoría de los trabajadores)… Parecen las típicas palabras, pero estar aquí ayuda a conocerse mejor a uno mismo, a valorar más el tiempo que pasa. A mi me ha ayudado a tener la mente más abierta (si cabía!) y a ir conociendo mis gustos profesionales. Además, he tenido la suerte de poder aprovechar mi estancia para realizar mi Trabajo de Fin de Grado (TFG), un trabajo de cooperación en relación a la Vila de Manhiça.
En diciembre ya abandono este precioso país esperando poder llevar un pedazo de todo lo aprendido durante estos seis meses a todo mi alrededor, porque aunque África necesite muchos muchos años de desarrollo humano, espero que sus raíces jamás cambien, pues si hay algo grande que aprender de ellos es ese sentido de la humanidad.
Solo puedo decir…
KHANIMAMBO (en changana: agradecida).
Sara Villegas Díaz