Arrozales en Tanón (San Miguel)
VOLUNTARIA URJC – TÉCNICO PARA EL FOMENTO DEL EMPRENDIMIENTO EDUCATIVO EN LOS MUNICIPIOS DE SAN MIGUEL Y CALQUIS (CAJAMARCA)- PERÚ
Mi experiencia comenzó con una enorme alegría al enterarme de que había sido seleccionada en el programa. Sin embargo, el viaje empezó de una manera inesperada, perdí el vuelo de Madrid a Lima por una confusión horaria. Como se podrá comprender, fue un completo cambio de planes para los que aquí me esperaban y un sentimiento de culpa para mí. Siendo sincera, en ese momento dudé de mi capacidad para viajar y apañármelas por mí misma. Afortunadamente, conseguí otro vuelo para un día después y ahí ya sí que comenzó el viaje. El coordinador de la Fundación Ayuda en Acción en San Miguel, Roy, me esperaba en el aeropuerto de Cajamarca con un cartel con mi nombre y me acompañó a coger un autobús que me llevaría a San Miguel, provincia de Cajamarca. Ese viaje fue mi primer contacto con Perú, sorprendentemente no me mareé, debieron ser los nervios y la expectación, ahora me mareo siempre. Después de tres horas llegué a San Miguel. Me esperaban Esperanza (Coordinadora Nacional de Vínculos Solidarios) y Karina (responsable del Área de Educación). Llegué un sábado y pasamos el fin de semana comprando todo lo necesario para instalarme, ellas ya tenían mirado un cuarto para mí y deshice la maleta.
Durante las dos primeras semanas no me separaba de mi compañera Karina, quien me enseñó cómo es la vida en San Miguel y todo lo que tenía que saber para moverme por aquí. En esas semanas conocí también al resto de mis compañeros Joaquín (Administrador de la Fundación), Fabricio (responsable del Área de Derechos de los Niños y Vínculos Solidarios), David (responsable del Área de Derechos de las Mujeres), Rosy (responsable del Área de Salud) y a Daniela (responsable del Área de Desarrollo de Economías Locales), todos ellos grandes profesionales que transmiten una intensa motivación real por hacer su trabajo.
Mi primer fin de semana de estancia en Perú viajé a Trujillo, con Karina (todos los miembros del equipo tienen su familia en otras ciudades y suelen viajar los fines de semana), quien me acogió en su casa conociéndome hacía tan solo cinco días. Allí conocí a su familia a los que he ido conociendo y cogiéndoles cada vez más cariño durante los fines de semana y ya podría llamarles … Mi familia peruana.
Podría resumir mi trabajo de estos casi dos meses que llevo aquí de la siguiente manera: De lunes a viernes visitamos comunidades de la provincia de San Miguel para realizar diversas actividades: Llevamos a cabo talleres de capacitación con padres y madres de secundaria, organizamos concursos tratando temas como la violencia de género y el embarazo adolescente, reunimos a docentes para su capacitación en tecnologías educativas, participamos en la organización del concurso de danzas folclóricas, coordinamos un proyecto de emprendimiento con alumnos y alumnas de secundaria, visitamos escuelas y colegios para recoger cartas y dibujos de niños y niñas hospiciados donde les cuentan a los socios como se encuentran, sus inquietudes, y algunas actividades que realiza la Fundación en su comunidad, y desarrollamos un taller con niños para promocionar el consumo de verduras durante la feria de San Miguel. Muchas de estas tareas y talleres se repiten en diferentes comunidades, por lo que en el próximo mes seguiremos coordinando el proyecto de emprendimiento, los talleres con padres, madres y niños, y las visitas a las escuelas y colegios. A medida que transcurre el tiempo voy comprendiendo mejor el funcionamiento de la Fundación, adaptándome a la manera de trabajar y sobre todo aprendiendo cada día de mis compañeros. La personalidad de todos los miembros del equipo, su cariño y actitud tan acogedora desde el primer día, ha hecho que me sienta muy cómoda y feliz trabajando, llegando incluso a pasar mi tiempo libre con ellos.
Tengo la sensación de que tres meses serán poco, aunque intento aprovechar el tiempo y visitar lugares con los que ya puedo llamar amigos. El fin de semana sigo viajando a Trujillo a disfrutar y seguir conociendo a la familia de Karina. Actualmente me encuentro en algo más de la mitad de mi estancia y ya se me han pegado algunas de sus expresiones que cuando llegué me costaba comprender. Estamos planeando un viaje a Iquitos junto con tres amigos y estoy muy emocionada.
A día de hoy, y sin haber vivido la experiencia completa, sé que tendré una pena tremenda al marcharme. Sé que volveré a Perú muy pronto, no solo por sus maravillosos paisajes y lugares, sino por la calidez y calidad de las personas que he conocido, que al fin y al cabo, es lo que necesitamos para sentirnos felices.
Mi tiempo de ocio:
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