Memoria sobre la Estancia de Voluntariado en Cartagena de Indias: Proyecto de Cooperación de Comunicación para la Paz entre la UTB y la UCM
EVOLUCIÓN
Desde mi arribo a Cartagena de Indias el 4 de septiembre, la experiencia de adaptación a la ciudad y su entorno resultó sumamente positiva. Durante este periodo, tuve la oportunidad de involucrarme activamente tanto en la Universidad Tecnológica como en las comunidades con las que la institución colaboraba. A través de la participación en los semilleros de investigación, entablé contacto con las dos estudiantes que posteriormente se convertirían en piezas fundamentales y herederas del proyecto, una vez que las voluntarias culmináramos nuestra labor.
Adicionalmente, establecí vínculos significativos con líderes sociales de San Fernando, quienes no solo me dieron la bienvenida al barrio, sino que también compartieron conmigo sus trabajos y vidas. Esta conexión facilitó la colaboración en proyectos de la Unidad Académica de Comunicación contra la Violencia una vez ésta estuvo instituida, abarcando análisis sobre las ollas comunitarias o entrevista al actual presidente de la Junta de Acción Comunal, líder de la ANUC y desplazado por la violencia. Entre los logros destacados se encuentra una película concebida y protagonizada por los niños pertenecientes a los clubes de lectura de la Fundación Cultura Ambiental para la Paz, así como otros elementos de comunicación. Es crucial resaltar que este trabajo se llevó a cabo en paralelo al trabajo en la Universidad y contribuyó significativamente al inicio de proyectos conjuntos y colaboraciones con las fundaciones locales.
Por otra parte, establecí contacto con el Museo del Oro Zenú, donde recibí una capacitación detallada sobre su programa de maletas itinerantes. Este programa, diseñado para compartir parte de la historia de Colombia con entornos académicos y comunitarios, representa una valiosa iniciativa cultural.
La semilla de esta experiencia se sembró en septiembre, cuando inicié el establecimiento y cultivo de estas relaciones. La materialización de los frutos se llevó a cabo durante los meses de octubre y noviembre con la llegada de mi compañere de voluntariado. Hasta ese momento, la progresión en términos de trabajo en la Unidad no había sido posible, y por ende, tampoco se habían avanzado en la elaboración de materiales y proyectos.
Es importante señalar que los objetivos y la delimitación de nuestro trabajo no estaban claramente definidos ni antes ni después de la llegada, lo que nos llevó a asumir la responsabilidad de crear la Unidad desde sus cimientos, aunque esto no fuera inicialmente nuestra tarea asignada. La creación de la Unidad implicó un esfuerzo conjunto con la Decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, profesores y estudiantes de la UTB. A pesar de la lentitud en el avance, los resultados fueron fruto del consenso y acuerdo mutuo entre todos los miembros del equipo, alcanzado a través de reuniones semanales.
En conclusión, la estancia de voluntariado en Cartagena de Indias fue una experiencia enriquecedora que no solo permitió la integración activa en la vida universitaria y comunitaria, sino que también dio origen a colaboraciones significativas y la creación de la Unidad Académica de Comunicación contra la Violencia. Este proceso, aunque desafiante, demostró ser un catalizador para la construcción de relaciones sólidas y el desarrollo de iniciativas valiosas en pro de la comunicación para la paz en la región.
OBJETIVOS DEL VOLUNTARIADO
En el marco de nuestro compromiso con la transformación positiva de las comunidades, los objetivos del voluntariado se han delineado con la firme intención de contribuir a un entorno donde la comunicación prime sobre la violencia. Estos objetivos comprenden:
IMPRESIONES
En lo que respecta a las impresiones, el inicio del proyecto generó una impresión positiva, sin embargo, hacia finales de octubre y principios de noviembre, se manifestaron ciertos aspectos que sugiero vincular a la carencia de una estructura definida desde los inicios del proyecto, el cual, de manera prácticamente integral, hemos tenido que construir desde sus cimientos. Esta falta de orientación se reflejó en la manifestación de discrepancias, tanto a nivel subjetivo como en términos de convivencia, afectando la eficiencia óptima del proyecto al requerir de esfuerzos adicionales para el acuerdo mutuo, como consecuencia de llevarse el trabajo o experiencias individuales a términos personales dentro del equipo.
En lugar de dirigirnos hacia un objetivo predeterminado o fundamentado en una base sólida, la mencionada falta de estructura ha propiciado situaciones en las cuales los participantes han priorizado sus convicciones individuales en detrimento del interés general del proyecto.
Con miras al futuro y considerando la continuación de proyectos en la zona, sugiero la implementación de estructuras más robustas y la definición de pautas claras de comportamiento y contenido. Esta medida puede contribuir a que el proyecto se siga desarrollando de manera objetiva y enfocada, en beneficio integral de la comunidad involucrada. Estoy convencida de que estas recomendaciones proporcionarán un marco más eficaz y armonioso para la ejecución de futuras iniciativas en los barrios y comunidades.
Memoria sobre la Estancia de Voluntariado en Cartagena de Indias: Proyecto de Cooperación de Comunicación para la Paz entre la UTB y la UCM
EVOLUCIÓN
Desde mi arribo a Cartagena de Indias el 4 de septiembre, la experiencia de adaptación a la ciudad y su entorno resultó sumamente positiva. Durante este periodo, tuve la oportunidad de involucrarme activamente tanto en la Universidad Tecnológica como en las comunidades con las que la institución colaboraba. A través de la participación en los semilleros de investigación, entablé contacto con las dos estudiantes que posteriormente se convertirían en piezas fundamentales y herederas del proyecto, una vez que las voluntarias culmináramos nuestra labor.
Adicionalmente, establecí vínculos significativos con líderes sociales de San Fernando, quienes no solo me dieron la bienvenida al barrio, sino que también compartieron conmigo sus trabajos y vidas. Esta conexión facilitó la colaboración en proyectos de la Unidad Académica de Comunicación contra la Violencia una vez ésta estuvo instituida, abarcando análisis sobre las ollas comunitarias o entrevista al actual presidente de la Junta de Acción Comunal, líder de la ANUC y desplazado por la violencia. Entre los logros destacados se encuentra una película concebida y protagonizada por los niños pertenecientes a los clubes de lectura de la Fundación Cultura Ambiental para la Paz, así como otros elementos de comunicación. Es crucial resaltar que este trabajo se llevó a cabo en paralelo al trabajo en la Universidad y contribuyó significativamente al inicio de proyectos conjuntos y colaboraciones con las fundaciones locales.
Por otra parte, establecí contacto con el Museo del Oro Zenú, donde recibí una capacitación detallada sobre su programa de maletas itinerantes. Este programa, diseñado para compartir parte de la historia de Colombia con entornos académicos y comunitarios, representa una valiosa iniciativa cultural.
La semilla de esta experiencia se sembró en septiembre, cuando inicié el establecimiento y cultivo de estas relaciones. La materialización de los frutos se llevó a cabo durante los meses de octubre y noviembre con la llegada de mi compañere de voluntariado. Hasta ese momento, la progresión en términos de trabajo en la Unidad no había sido posible, y por ende, tampoco se habían avanzado en la elaboración de materiales y proyectos.
Es importante señalar que los objetivos y la delimitación de nuestro trabajo no estaban claramente definidos ni antes ni después de la llegada, lo que nos llevó a asumir la responsabilidad de crear la Unidad desde sus cimientos, aunque esto no fuera inicialmente nuestra tarea asignada. La creación de la Unidad implicó un esfuerzo conjunto con la Decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, profesores y estudiantes de la UTB. A pesar de la lentitud en el avance, los resultados fueron fruto del consenso y acuerdo mutuo entre todos los miembros del equipo, alcanzado a través de reuniones semanales.
En conclusión, la estancia de voluntariado en Cartagena de Indias fue una experiencia enriquecedora que no solo permitió la integración activa en la vida universitaria y comunitaria, sino que también dio origen a colaboraciones significativas y la creación de la Unidad Académica de Comunicación contra la Violencia. Este proceso, aunque desafiante, demostró ser un catalizador para la construcción de relaciones sólidas y el desarrollo de iniciativas valiosas en pro de la comunicación para la paz en la región.
OBJETIVOS DEL VOLUNTARIADO
En el marco de nuestro compromiso con la transformación positiva de las comunidades, los objetivos del voluntariado se han delineado con la firme intención de contribuir a un entorno donde la comunicación prime sobre la violencia. Estos objetivos comprenden:
IMPRESIONES
En lo que respecta a las impresiones, el inicio del proyecto generó una impresión positiva, sin embargo, hacia finales de octubre y principios de noviembre, se manifestaron ciertos aspectos que sugiero vincular a la carencia de una estructura definida desde los inicios del proyecto, el cual, de manera prácticamente integral, hemos tenido que construir desde sus cimientos. Esta falta de orientación se reflejó en la manifestación de discrepancias, tanto a nivel subjetivo como en términos de convivencia, afectando la eficiencia óptima del proyecto al requerir de esfuerzos adicionales para el acuerdo mutuo, como consecuencia de llevarse el trabajo o experiencias individuales a términos personales dentro del equipo.
En lugar de dirigirnos hacia un objetivo predeterminado o fundamentado en una base sólida, la mencionada falta de estructura ha propiciado situaciones en las cuales los participantes han priorizado sus convicciones individuales en detrimento del interés general del proyecto.
Con miras al futuro y considerando la continuación de proyectos en la zona, sugiero la implementación de estructuras más robustas y la definición de pautas claras de comportamiento y contenido. Esta medida puede contribuir a que el proyecto se siga desarrollando de manera objetiva y enfocada, en beneficio integral de la comunidad involucrada. Estoy convencida de que estas recomendaciones proporcionarán un marco más eficaz y armonioso para la ejecución de futuras iniciativas en los barrios y comunidades.