Hola a tod@s,
Mi nombre es Víctor Casas y soy estudiante del Máster en Acción Solidaria Internacional e Inclusión de la Universidad Carlos III de Madrid.
Me encuentro en Ayacucho, Perú, realizando mi voluntariado en la Oficina de Responsabilidad Social de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH).
Mi principal función aquí está siendo colaborar en la puesta en marcha del programa de Voluntariado Universitario. En este tiempo, hemos diseñado la oferta de voluntariado, centrando las temáticas en las que los estudiantes de la UNSCH van a poder realizar su actividad. Tras la publicación definitiva del Programa, nos encontramos en pleno proceso de selección de los candidatos, y, se puede decir que la convocatoria ha sido un éxito. Hemos ofertado 60 plazas y se han postulado más de 500 estudiantes.
Como voluntario, creo que va a ser una gran oportunidad para los estudiantes para que puedan vivir una bonita experiencia de crecimiento personal y profesional. También para la universidad, ya que, de esta forma se están creando lazos con instituciones y organizaciones que va a servir para situar a la UNSCH como un importante agente dentro de la Comunidad.
En lo personal, está siendo una experiencia increíble. La Ciudad de las Iglesias, como se conoce a Ayacucho, me recibió desde el primer momento con los brazos abiertos. Mis compañeros, amigos ya, me han enseñado a querer a esta ciudad desde el primer día, una ciudad serrana de buena gente, tradicional pero abierta a todo aquel que quiera conocerla y conocerles, que ha sufrido mucho pero que están orgullosos de lo que son y con muchas ganas de salir adelante. En este tiempo, me ha tocado vivir de cerca la grave situación política y social que vive el país. Esto, aunque ha supuesto, y sigue suponiendo, episodios muy duros para todo el pueblo peruano, me ha permitido conocer con profundidad la historia y las heridas abiertas que todavía existen en la sociedad peruana y, especialmente, en la sociedad ayacuchana que tanto ha sufrido en el marco del conflicto armado.
Aprendo cada día de sus tradiciones, folclore y gastronomía y disfruto todo lo que puedo de los increíbles entornos naturales con los que cuenta la Región. Esta última etapa la afronto con la misma ilusión por disfrutar todo lo que pueda de mis funciones dentro de la UNSCH, de Ayacucho y de su increíble gente.