Mi nombre es Ana García, soy Licenciada en Psicología y actualmente me encuentro terminando el Master en Psicología de la Educación en la UAM. Hace tres meses que llegue a Colima, México, para comenzar un voluntariado a traves de la Universidad de Colima en una organización civil de servicio social llamada C.R.R.E.A.D (Centro de Rehabilitación y Recuperación para Enfermos de Alcoholismo y Drogadicción), concretamente, en un albergue o centro de rehabilitación para mujeres.
Estos albergues o anexos fueron constituidos para tratar la adicción y la drogodependencia, así como facilitar la ayuda y el apoyo a todas las personas que se encuentran en esta situación y a las que están a su alrededor, familia y seres queridos. Utilizando los pocos medios que tienen a su disposición, son un verdadero ejemplo de capacidad en autogestión, organizando todo a traves de los/as usuarios/as ya rehabilitados/as, los/as cuales se quedan voluntariamente trabajando en los diferentes albergues que tienen por todo el país.
La principal función que tengo es el apoyo en la rehabilitación y reinserción de las usuarias, que abarcan edades comprendidas entre los 12 y los 60 años. De forma inicial escribí, junto a mi compañera Irene (la cual está en el mismo proyecto de voluntariado que yo), una programación dividida por áreas: psicológica, psicosocioeducativa, ocupacional, salud y de formación a responsables. Esta nos ayuda en la coordinación de las diferentes actividades y a la vez en el apoyo para la institución de tener el trabajo documentado. Realizamos un análisis de necesidades inicial con las usuarias, las familias y los trabajadores/as, lo que nos llevó a dividir el tiempo en diferentes funciones según las áreas mencionadas: terapia individual, intervención familiar y talleres psicosocioeducativos.
La llegada fue cómoda y sencilla, ya que todas las personas del centro y de la universidad me brindaron todo el apoyo que estaba a su alcance, desde la búsqueda inicial de donde vivir hasta para llevarme a los sitios más emblemáticos y bonitos del estado. Según iban pasando los días me fui dando cuenta que las diferencias entre nosotros/as no son tan grandes como nos hacen pensar, y esas pequeñas diferencias son las que hacen que me sienta integrada con cada persona que me estoy encontrando en este proyecto, formando parte de su día a día y aprendiendo con cada momento que compartimos.
Sin embargo adaptarse también tiene ciertos inconvenientes, en concreto, de forma personal, me he encontrado con que debido al contexto político-social se dan situaciones que me chocan con las concepciones que traigo, haciendo replantearme ideas, pensamientos, valores, creencias en las que muchas ocasiones no había profundizado. Esto me genera ciertas tensiones personales, pero a la vez es positivo para el desarrollo de mi aprendizaje y de la capacidad analítica y critica.
Quiero hacer una especial mención, a las usuarias que están internas en el centro, ya que se han convertido para mí en un ejemplo de superación. Quiero agradecerlas toda la colaboración y participación en cada actividad que hacemos, así como cada sonrisa y abrazo. Ellas viven en una realidad donde las maltratan, las extorsionan, abusan de ellas… Y sin embargo, siguen creciendo, dejándonos compartir con ellas espacios de aprendizaje y de vínculo y construyendo, a traves de la sororidad, un futuro mejor para todas nosotras.