Argentina:

Como voluntaria en la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe, Argentina, tengo como labores principales colaborar en las reservas naturales de la provincia de Santa Fe. La Universidad dentro del programa “Ambiente y Sociedad” gestiona dos reservas, la que se encuentra en el municipio de Esperanza y la que se sitúa en Santa Fe. Esta última se ubica colindante al campus de la UNL, por lo tanto es un espacio natural con una alta exposición al público aun que conserva sus características propias.

Algunas de las labores que se realizan en la reserva – una de las fundamentales a mi parecer – es intentar mantener este espacio libre de alteraciones. Santa Fe es una ciudad que se halla en una enorme zona de inundación, donde esta misma característica supone de fundamental importancia para las especies que habitan esta zona, así como para la formación de un ecosistema propio que contiene cientos de especies, especialmente aves que llenan de riqueza el entorno de la universidad y de la ciudad en general.

Junto con el grupo de trabajo formado por estudiantes y miembros de la UNL realizo tareas de apoyo en la reserva natural de Santa Fe. En estos momentos, se realizan actividades sobre todo destinadas a la difusión de la reserva entre la ciudadanía de la región. Durante una temporada la reserva se mantuvo cerrada debido a los problemas acarreados debido a las inundaciones que sufre la zona debido a su situación geográfica principalmente y las limitaciones existentes para abordar las avenidas estacionales.

Tras la reapertura de la reserva se iniciaron las actividades destinadas al público. Actualmente la reserva se encuentra abierta y funciona como un espacio de recreación y difusión. En este entorno se realizan actividades destinadas a la educación ambiental, talleres de temática ambiental destinados a público infantil y familias. Con ello se intenta potenciar las características propias de la zona como la presentación de especies propias del entorno como ortigas, alacranes y plantas acuáticas y carnívoras autóctonas. El espacio de la reserva también funciona como centro de formación, en él se desarrollan cursos de guías de la naturaleza que proporciona a los asistentes la posibilidad de más tarde desempeñar sus conocimientos dentro de la misma reserva.

A mi llegada a Santa Fe cabe destacar que las reservas de la región se encontraban inundadas por lo tanto ante la imposibilidad de transitar por ellas. El proyecto se vio paralizado alrededor de un mes ante la necesidad de esperar a que los niveles de agua descendieran. Durante este periodo tuve la oportunidad de participar de una de las escuelas de invierno que organizó la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNL.

En este programa abordamos los fundamentos y desafíos de la misión social de las universidades en América Latina y Caribe. En este contexto y ante la amplia mirada aportada por personas de diferentes áreas de conocimiento pude conocer el funcionamiento de unos de los tres pilares de las universidades argentinas: la extensión.

Tras esta primera experiencia pude estrechar lazos con estudiantes con un alto grado de compromiso social y militancia en el movimiento social latinoamericano. También durante mi estancia estoy teniendo la oportunidad de asistir a las sesiones que se desarrollan dentro del programa de género, sociedad y universidad.

Dentro del programa ambiente y sociedad como complemento, asisto a las sesiones de algunas asignaturas de libre elección para el alumnado de la UNL como gestión ambiental y educación ambiental que son impartidas por el personal docente que coordina este mismo programa con el fin de conocer mejor el funcionamiento del entorno de Santa Fe y las características de la región microinsular donde se desarrollan las actividades.

En cuando a la integración, en la UNL el recibimiento por parte del equipo fue muy agradable en todo momento, no es por otra razón que Santa Fe es conocida como “la cordial”. Igualmente, entre los compañeros y compañeras de la universidad existe una tendencia general a recibir amistosamente a las personas que venimos del extranjero. Sin duda nunca faltará el mate en ningún encuentro.

Samara Bezerra Nicácio