En este documento quiero contar mi experiencia hasta el momento, como voluntaria de la Rey Juan Carlos en la UAFAM, en Jarabacoa, República Dominicana; gracias a la oportunidad que me ofreció la Universidad Rey Juan Carlos, donde recientemente me gradué en Turismo y ADE, al participar en el IV Programa de Voluntariado Internacional de las Universidades Públicas de la Comunidad de Madrid.
La plaza a la que opté consiste en desarrollar un plan de promoción de la actividad turística en Jarabacoa; aunque de forma paralela, debido a la relación que la universidad de acogida tiene con otras instituciones de la zona, son muchas las actividades que se combinan con esta:
Como la UAFAM dispone del grado de Turismo, estoy colaborando con un grupo de profesores en el rediseño del plan y de los contenidos de las asignaturas de la carrera, siguiendo como modelo el que cursé en la Universidad Rey Juan Carlos.
El hotel en el que nos alojamos los voluntarios pertenece a la universidad, así que como tenía algo de experiencia en la hotelería me pidieron que evaluara aspectos de recepción y del hotel en general que se pudieran mejorar, desde mi punto de vista, para el mejor funcionamiento de este. Estoy dándole más actividad a la comunicación y venta online a través de la gestión de las redes sociales, la elaboración de concursos online, diseño de la página web, y entrada de la empresa en la plataforma de Booking.
Desde la UAFAM me tienen presente para participar con los alumnos en varias actividades, seminarios y encuentros.
Este es uno de los proyectos en los que más ilusión me hacía colaborar y, al mismo tiempo, el que más dificultades estaba viendo para obtener resultados. Sin embargo, gracias a la creación de vínculos estratégicos en materia de turismo por parte del hotel y la universidad, finalmente tuvimos una reunión muy recientemente con personas del ministerio de turismo de República Dominicana. He de admitir que me hace muy feliz que contaran conmigo para participar en este encuentro y que contaran conmigo y otros estudiantes para evaluar la ruta y presentarles nuestras observaciones y sugerencias.
Además de sentirme muy afortunada por poder participar en todas estas actividades y conocer de primera mano la realidad social y económica del país, y de Jarabacoa, es verdad lo que dicen de que los viajes no son los lugares, sino las personas.
Desde mi llegada, todo el que me rodea procura que mi paso por este lugar sea lo más agradable posible. El personal del hotel, los profesores de la universidad y los alumnos cuidan con cariño que en cada momento me sienta como en casa y saque el máximo provecho de esta experiencia.
Aun me queda un mes para poder disfrutar y aprender del lugar que tiene por segundo nombre “la eterna primavera”, aunque yo ya esté contando los días para volver.